Compra carbón para quemar incienso, también conocido como carbón litúrgico, es un producto preparado especialmente para sahumar, su función es arder sin olor y con poco humo, para poder disfrutar del humo que nos interesa, que es el del incienso que queremos quemar, o bien de las hierbas con las que vamos a sahumar. Los carbones vienen preparados en forma de pastilla, para su mayor facilidad de uso, son un carbón vegetal de gran calidad, depurado para quemar incienso
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Si compras carbón especial para quemar incienso de calidad disfrutarás más de la experiencia aromática del incienso, éstas son algunas cosas que debes saber, para quemar inciensos y sahumerios
El carbón es utilizado para favorecer el quemado de muchas sustancias aromáticas, como los inciensos. También en los altares y ante los santos de muchas religiones.
¿Como se enciende el carbón para inciensos?
Se agarra la pastilla con la mano o mejor con unas pinzas de carbon, y se acerca un mechero o cerilla, si la superficie del carbón está muy lisa puede ser conveniente rasparlo ligeramente antes, de esta manera prenden las pequeñas partículas y arde mejor.
Una vez encendido lo dejamos en plano y acercamos más pastillas, si nos son necesarias para lo que vayamos a quemar.
Despues pondremos el incienso encima, o la hierba con la que vamos a sahumar, una vez veamos que esta ya humea, podemos ir añadiendo más cantidad.
¿Donde se quema el carbon de inciensos?
Hay que hacer el quemado en un lugar seguro, lo ideal sería un incensario o quemador de incienso, tipo caldero, botafumeiro o plato. Si no se dispone de él se puede hacer sobre un plato que aguante la temperatura, teniendo cuidado de que no haya nada que pueda prender alrededor.
¿Qué tipo de carbon utilizar para quemar inciensos?
Es importante utilizar un carbón apropiado y específico para esta función, un carbón no apropiado puede arruinar la experiencia de una buena esencia. Por facilidad de uso y rendimiento conviene usar carbon vegetal, preparado en pastillas, que son de un uso mucho más cómodo.
Debemos fijarnos en las instrucciones, que normalmente incluyen el tiempo aproximado de quemado, este tiempo sirve de orientación, aunque hay variaciones dependiendo de las condiciones en que se hace cada quemado, el recipiente, la temperatura, etc.